jueves, 13 de diciembre de 2012

Porque tu risa, ilumina la mía.

 ¿Y si las cosas no pasan por nada? 
¿ Y si pasan por algo?
¿Y si esta decisión no fue la correcta?
¿Y si lo fue?
Esta vida está cortometrada por dudas y por " Y si". Esto no debería ser así.
Basta una simple acción para que todo gire a nuestro alrededor, eso ya lo sabemos todos. Y si no lo sabéis, lo siento por vosotros.
Pero las cosas son más sencillas de lo que intentamos que sean.
¿¿Habéis probado a simplemente ir por la calle con la cabeza alta, seguros, desprendiendo energía y positividad?? 
¿Habéis probado a dar una sonrisa sin venir a cuento?
A esta sociedad nos gusta la gente sonriendo.
Nos gusta sentirnos bien.
Podemos haber pasado una mierda de noche.         
Que suene el despertador y lo mires pensando "Are you kidding me?"
Tener que levantarnos otro día s de mierda. Desayunar dormidos, pensar que carajo nos ponemos y soportar otro día más de curro, de paro, de estudios o de lo que sea que hagáis.
Pero a veces basta con una chispa que encienda algo y acabe explotando.
Os podría contar que por ejemplo he pasado la noche más mierda de mis 26 años.
Os podría contar los sueños y las pesadillas más absurdas que he tenido.
Os podría contar que me he levantado arrastrándome de la cama, cual serpiente asquerosa.
Os podría decir que ahora me espera una mañana aburrida.
Pero en vez de eso, os cuento que me levanto, que abro mi terraza dando los buenos días a esta mierda de mundo. Que por ahora es el que tenemos. Porque señores, nosotros mismos lo hemos hecho así.
Os cuento que sonrio sin más. 
Porque siempre hay un enorme motivo para sonreir.
En mi caso, el mio apareció en forma de nota sobre una encimera. Pero eso amigos míos, no os lo contaré.
Sonreid.            

lunes, 15 de octubre de 2012

De los minutos eternos.

Si tú no dejas de dibujar mi cuerpo con tus manos, perfilando cada rincón de mi; como si de un rotulador "carioca" en manos de una niña se tratara... Cómo pretendes que no me ahogue respirando mientras las sombras de esta noche mágica quieren jugar a hacer figuras sobre tu cuerpo desnudo. 
Ay, si la luna quisiera hablar... 
No sería yo quien la callara.
Me pregunto. Mientras sigo intentando respirar en tu boca.
Esa maldita boca que me llevó a la locura.
No me pidas que abra los ojos, porque quizás me desmaye.
 Sobre todo si seguimos girando con nuestros cuerpos unidos. Sobre todo si creo que me estoy muriendo con cada caricia. 
 Arrancando las sábanas y las ganas de nosotros.
Las que tú me hiciste, las que yo te di.

.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

En la cama, contigo. Sin tí.


Si bien triste está la casa sin tí, derrumbándose se haya la cama por todas las esquinas.
Si acaso es cierto eso que dicen de que "una se muere de amor", si en algún momento he de hacerlo, es en el que la noche cae. La persiana se baja. Las luces se apagan, y deslizo mi cuerpo para meterme sola entre las sábanas. Un cuerpo ya inerte sin más peso a mi lado que el de el vacío. 
La cama. Nuestra cama
Socia y confidente de tantos días y noches. De risas, lágrimas, gemidos, caricias, sexo, miradas... de amor.  Del nuestro. De nosotros. Del todo y del nada.
Nuestra cama, testigo mudo como si de un crimen perfecto se tratara...
Todo pasa rápido, salvo los momentos sin tí. Esos se hacen lentos y suaves. Como muchos de tus besos.
Pero, cojo fuerzas y me acuesto. En nuestra cama.
Miro hacia donde ahora habria una sonrisa perfecta y una mirada color clavada en mí por más oscura que sea la noche. Tos ojos, benditos ojos... Un cuerpo y unas manos que se deslizan por mi espalda, por mi culo. Acariciándome al sueño más profundo. Al que solo tú me haces llegar incluso despierta.
En la cama. Nuestra cama.

martes, 14 de agosto de 2012

Porque siempre habrá días, y días.

Desde luego hay días duros.
Días ,en los que las ganas son secuestradas por las desilusiones. Desilusiones que se aferran como un clavo ardiendo en las más profundas entrañas de nuestro cuerpo y alma. 
Días, en los que me encantaría ser un avestruz para poder meter la cabeza bajo tierra. Pero... ¿Qué pasa con el resto de los días? ¿Qué pasa con la cantidad de días preciosos? De aventuras, de sonrisas, de caricias, de mimos varios de sofá y de pelis rodeada en tus brazos a medio acabar, robadas por Morfeo. Esos días, acaso... ¿No pesan más que los que van teñidos de tonos grises?
Por supuesto que sí.
 Esos días, querido mío, son tantos que me faltan vidas para contarlos. Esos días, matan al monstruo de la desilusión. Porque, esos días van llenos por tu mirada. Esos días, son días de color fresa de princesa.
Porque esos días eres tú.






domingo, 15 de julio de 2012

Las que te adornan, reina.




A veces ocurre que no somos conscientes de lo poco que agradecemos las cosas que nos levantan a diario. Cosas, que cuando faltan, hacen  que nos cojee la vida y el alma.
Si, "cosas".
 Pueden parecer las más tontas del mundo. Pero son las cosas más tontas de NUESTRO mundo. Sentir el miedo de que no estén; de que esa persona que nos importa, no sienta que realmente estamos agradecidos por pequeñeces que nos hacen subsistir en esto a lo que llaman edad adulta . Son nimiedades que nos hacen felices, aunque sean idioteces descomunales.
Basta con las cosas más absurdas para hacer feliz a una persona. Como un abrazo amanecedor, una sonrisa de ternura, una mirada de "tranquila, estoy aquí", un vaso de agua a media noche, una mano que te arropa tu pierna destapada, unos mimos por la espalda para que conciles el sueño pronto, que te compren tus chuches preferidas, usar el espejo del baño para dejarte notas...etc.
Es bonito dar las gracias. Es bonito devolver a esa persona que nos importa el sentimiento de "Oh, gracias por este abrazo. Realmente es que he dormido mal"; "Gracias, me encanta que me mires así. Ya sabes que me da calma"; "Te querré de aquí a Marte, viaje de ida y vuelta, por traerme este vaso de agua"; "Gracias por tu sonrisa, igual de linda que la primera que me regalaste" ;"Gracias por taparme, como siempre me destapo yo y te destapo a ti"; "mmm, gracias, anoche me dormí enseguida, tus manos en mi espalda hacen el efecto de un dardo tranquilizador para caballos";"gracias, llego a casa y me encuentro con una bolsaza de mis chuches preferidas "; "¡Guau, que buenos días! Gracias por tu nota. Eres el mejor..."
Dar las gracias, por el todo. Dar las gracias por nada.
Gracias, a tí. 

viernes, 13 de julio de 2012

Te amo, princesa.









Cartas de una princesa:

Duermes a pierna suelta. Roncas. Tienes cara de paz, de tranquilidad, de calma. De felicidad; de que nada malo te va a pasar.
He estado toda la noche abrazada a ti. Cuando dejaba de hacerlo tú me buscabas. Oliéndome. Sintiéndome. Respirando los restos de pasión desenfrenada impregnada en las sábanas. Un amor aún fresco, como un banco recién pintado.
He tenido pesadillas feas. Estoy cansada, agotada, melancólica y derrumbada.

Es entonces el momento de imaginar tu mirada pura, tus manos de seda agarrando mi cara, tus labios cerca de los míos y tus palabras de aliento. "Tranquila, sólo son malos sueños. Ya pasó. Estoy aquí, siempre estaré. Te amo princesa, mi princesa..."
Es entonces el momento de que todo lo malo se pase, se vaya, se pare. Salgan mis miedos y mis dudas temblorosas, escurridizas como un pez en las manitas de una niña. La que nunca dejo de ser.
Es el momento de irme a trabajar. Te dejo, inundado de mí. Duerme mi amor. 
 Luego nos vemos.